Lo primero es darle un repaso al reportaje aparecido el domingo 12 de octubre en El País sobre los brahmanes de la economía, para darse cuenta de la magnitud del fraude financiero consentido por las más altas esferas del poder, enterarse de que el secretario del tesoro de EEUU era presidente del Goldman Sachs, banco de inversión, y dejo la compañía con una fortuna personal superior a los 500 millones de dólares en acciones de la compañía, enterarse de que siempre ganan, cuando las acciones suben y cuando arruinan a una empresa, en el primer caso por los paquetes y opciones sobre las mismas y en el segundo caso por los blindajes en los contratos de despido. Una casta, dios los cría, ellos se juntan y nosotros los mortales de a pie los mantenemos y soportamos.
La dimensión del fiasco organizado por los bancos de inversión se desconoce, aún no se saben las consecuencias ciertas, puesto que se desconoce la cantidad de «mierda puesta a la venta» en el mercado financiero, los mercados de referencia de la actividad financiera hacen agua, los EEUU y el Reino Unido, una vez mas caminan de la mano, al final al robo mayor de la historia de la humanidad, lo vienen a llamar «graves disfunciones y fallos en los mercados financieros», se vuelve a utilizar la palabra y el mensaje para apaciguar a las masas y continuar con el fraude.
El verdadero miedo surge cuando se habla de cientos de miles de millones de euros y dólares, cuando se necesita una política global y conjunta, y sobre todo CUANDO EN TODO ESTE TEATRO NO EXISTEN CULPABLES, aún no hay nadie que haya dimitido por su nefasta gestión, aún no hay nadie que plantee donde ha ido a parar tanto dinero.
Por supuesto es un error ayudar solo a los culpable o en todo caso cómplices de tal avaricia, la solución no solo esta en inyectar liquidez al sistema financiero e ir de rositas como si aquí no hubiese pasado nada, también es un error prestarle tanta atención a la bolsa y a sus perdidas especulativa cuando la crisis no afecta a la oferta y la demanda, es decir a la producción y al consumo.
Llegado a este punto, ¿no seria conveniente volver a empezar a jugar desde cero?, no es este el momento de dar un giro radical a las economías, cual será la credibilidad de los bancos y los gobiernos después de esto, sino se da un cambio radical a los planteamientos que ya son viejos, donde queda la globalización financiera.
Propongo algunas medidas, por supuesto desde la modestia pero aplicando alguna dosis de sentido común:
- Desde el lado financiero. Salvar al sistema financiero pero no a coste cero, sino recuperando todo el dinero a costa de los beneficios de los bancos, por supuesto nacionalizándola hasta que devuelvan la ultimo euro.
- En lo que afecta al contribuyente. Es primordial salvar también a las economías domésticas, tan importante como a los bancos, es más, la liquidez y la actividad de la oferta y la demanda reales se ha de activar desde aquí, estos son los actores y no el sistema financiero de la economía real. Es la teoría de Keynes aplicada al origen del mercado, con un mecanismo de reacción más rápido y efectivo que si la reactivación la realizan los gobiernos.
- Si la propuesta anterior no se aplica, hay que dar una moratoria forzosa a la financiación hipotecaria y a las PYMES y microempresas.
- Hay que bajar los tipos de interés entre el 1,5 y el 2 por ciento. YA. Y si es necesario intervenir el EURIBOR. Por supuesto todas las hipotecas quedan automáticamente revisadas a ese tipo, con un diferencial no superior al 1%.
- En el caso español el punto segundo activaría en general todos los mercados y en particular el inmobiliario y el del automóvil, verdaderos puntales de nuestro desarrollo y garantes de empleo.
- Como hemos apuntado si el punto 2 resulta muy democrático y no se aplica, hay que relanzar el mercado inmobiliario a pesar de todo, eso solo se consigue, bajando precios, y convirtiendo el sector en un sector industrial más y no dejar que se convierta en el corral de la pacheca.
Como he mencionado antes, seria bueno que los culpables, que son muchos, empezasen a dejar sus puestos y plantearse si de verdad es necesario tanto gasto en organismos y despachos de moqueta que no solucionan nada.
Publicado por Celedonio Sepúlveda |
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