Algo esta cambiando, sin duda, nos están medicando de forma muy sutil, la propaganda en pequeñas dosis y con mensajes certeros, va calando, transforma lo irracional y estúpido en parte del paisaje. Lo que hace unas décadas nos hubiera irritado y llamado a atención ahora se acomoda en nuestro entorno y nos resulta indiferente.
La burocracia nos ahoga, pero la burocracia no es un espíritu, la burocracia son personas, ventanillas y despachos, y se reconoce por una frase cuando la amonestamos si algo no es de nuestro gusto: “oiga, a mi que me cuenta, yo soy un trabajador”, con su simple pronunciación el ejecutor parece quedar absuelto de su complicidad con el sistema, con la rueda que nos atropella, ahora tampoco nos sorprende encontrar este tipo de comportamientos en la actividad privada.
Hace unos días, recibí una llamada de un asalariado del ambulatorio de Ripollet, me comunicaba que si no llevaba una hoja del padrón que acreditase mi domicilio me quitaba el medico y tendría que pagar las visitas, me lo dijo sin ganas de ser amigo mío, pero reconozco su educación, sin embargo el aviso en esos términos es claramente una amenaza, educada, pero amenaza, pero bueno, pelillos a la mar. Días antes le mostré a otro compañero suyo el DNI actualizado donde consta mi dirección actual, el DNI español creo que es documento suficientemente acreditativo del domicilio, sino fuera así supongo que seria absurdo indicarla en el DNI, sin embargo a este señor no le convenció. Le dije que no podía perder el tiempo en caprichos burocráticos, soy trabajador autónomo y nadie me paga las horas no trabajadas. Siguen acosándome. Les llevo fotocopia del DNI y un documento extraído de la Seguridad Social con huella electrónica donde se acredita situación de cotizante y domicilio, y tampoco les convence. Ellos desean que pierda el tiempo, de la misma forma que lo pierden algunos de ellos. No les lleve el padrón y como venganza me quitaron el medico, eso si temporalmente para asustarme, ya me han asignado otro. Si están predicando la movilidad en un mercado global, altamente competitivo, por que luego no son capaces de ver esos cambios en el DNI.
Sin animo de parecer tiquismiquis otras cuestión que me incomoda sobremanera es el paternalismo, añádasele machacón, de algunas instituciones y empresas. Se empeñan en manifestar que hacen las cosas por nuestro bien, cuando realmente le importamos un carajo.
Nuestro mejor tutor es la Dirección General de Trafico, que además se permite mediante propaganda de difícil catadura clasificar a los ciudadanos, es sorprendente el anuncio donde definen a la persona que aparca en una zona de minusválidos, hay que lapidarlo y si sobrevive desterrarlo, por sinvergüenza, menudo atrevimiento.
Que no esta bien aparcar en zona minusválidos, cierto. Pero estamos convirtiendo el hecho general de aparcar en un delito, y el hecho de coger el coche en una temeridad, y no solo por el coste del carburante, ya hemos conseguido ver a los que fuman como bichos raros, que hay que aislar.
Todo por nuestro bien, nos reducen la velocidad de 80 a 50 por nuestro bien, y para demostrar su buena fe nos colocan un par de cámaras de fotos, que solo retratara, a los desalmados ciudadanos que vayan a 51 kilómetros, por los mismo, por sinvergüenzas.
El procedimiento es muy simple, se gira el orden de la culpa, y se machaca, o se generan falsas hipótesis, con falsas soluciones, que nos transmiten en discretos supositorios. En cada acción paternalista, profundizando un poco, rascando un pelín, reluce el verdadero problema. La reducción de velocidad a 80 era por la polución. ¿más polución que cientos de coches parados en eternas caravanas? cada día a todas horas.
Papa yo de mayor quiero ser como tu.
Publicado por Celedonio Sepúlveda |
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