He visto los cielos azules, limpios y transparentes, con algunos borrones algodonados, sin gorriones, sin golondrinas, sin apenas pájaros. El sol se dibujaba enorme, con poderío, arrasando de luz y calor todos los espacios, el viento ha desaparecido de estos paisajes y se ha llevado la lluvia, no hay agua, de momento, y de momento las ovejas están tristes y quietas, asustadas y con la mirada fija al infinito para sentir menos, para no darse cuenta.
No hay ríos, no hay lagos ni lagunas, apenas charcas y tampoco pozos. Todo el paisaje y sus huertas están sedientos. Hay preocupación, un poco de miedo y mucho silencio, es como la pandemia, una segunda plaga, ya estamos acostumbrados, paciencia y la cosa se soluciona, los gobiernos son lentos, pero están atentos y la solución llegará antes de que sea tarde, antes de que todos se hayan arruinado. Pero esta pandemia es diferente, no colapsa hospitales, no es un problema de salud pública, no ataca residencias y no genera cadáveres físicos. Y lo peor, según la voz popular el causante es el dios de la lluvia y en ese departamento nadie tiene competencias.
El efecto de la escasez de agua, sin soluciones inmediatas, es el abandono, la gente se mueve en busca de agua, a donde la haya y abandona el lugar donde no la hay, también los animales, estos los hacen antes al no disponer de agua embotellada, por eso no hay pájaros.
Si no se aportan soluciones inmediatas el abandono produce desertización y en los desiertos suele llover poco, añadamos a esto los millones de metros cuadrados quemados y sus consecuencias. El cambio climático es una realidad, pero en realidad es un calentamiento producido por la falta de refrigeradores naturales y el efecto del calor de los fuegos, industrias, coches y guerras, imaginen todo el territorio de Europa y Rusia, convertido en una plancha emitiendo calor a la troposfera a una temperatura de 850º de forma permanente, todo el tiempo, es insoportable, no son los gases los causantes principales del calentamiento, el agujero de ozono se está cerrando y el clima está empeorando, y el clima es el responsable del agua. Del equilibrio.
Mis paseos este verano han sido especiales, mucha calor pero esa calor me gusta y mi estancia como siempre con excesos por apurarlo todo, para no dejar nada. Puedo decir que este verano ha sido un verano de aprendizaje y descubrimientos. Andalucía sigue siendo magnifica.