En este mundo de tontos, la política ya está contagiada, y a su vez, la tonta política retroalimenta de nuevo a los tontos. No hay una buena solución práctica, que resuelva este bucle, son como los zombis, se reproducen por puro contagio, están en todas partes y con todo tipo de camuflaje, ya no te puedes fiar de la normalidad, bajo el aspecto normal casi siempre hay una sorpresa, es como abrir un huevo Kinder, o como la caja de bombones de Forrest Gump, nunca sabes que hay dentro. Una sociedad tan contaminada es difícil revertirla a una senda de sensatez, no existe esa fuerza capaz en los mecanismos normales, requeriría de mucho tiempo y la transformación sería evolutiva, a la sazón, totalmente inútil para estas cuestiones. Históricamente las soluciones han sido drásticas, con giros de 180º en apenas tiempo y con resultados asombrosos y a veces nefastos. Es lo que tiene hacer tonterías.