¿Cómo es posible que un partido político y su líder maniqueísta dobleguen un sistema político de 45 años de paz y concordia a sus pies y sus caprichos, erigiéndose en salvador del progreso y prometiendo un mundo feliz y el bien común, y donde solo se espera la rabia y la desolación de una gran mayoría de españoles en una sociedad dividida y enfrentada?
Cuando repaso la historia pensaba que partidos como el NAZI, de Hitler, con toda su liturgia de dominación y conversión a su doctrina única solo formaban parte de la historia, no es así, el PSOE actual no dista mucho de aquel, y su militancia sumisa y silenciosa no adolece, salvo en la uniformidad y vistosidad de la vestimenta, de la militancia nazi volcada en adorar y realizar los deseos de su Führer. Llega la hora de la mentira institucional, del partido único, de la sumisión a la doctrina del líder y por supuesto del disparate.
La jura de la Princesa Leonor, por la aptitud de Pedro Sánchez, me ha recordado a una de las escenas finales del Padrino, mientras Corleone (Al Pacino) está en el acto solemne, bautizando creo recordar a su sobrino, su gente se está deshaciendo de todos, absolutamente todos sus enemigos, en este caso, mientras Sánchez promete lealtad a la Corona y a la Princesa, su gente está negociando con antimonárquicos y anticonstitucionalistas, además de prófugos de la justicia su investidura. La realidad supera la ficción. Increíble representación digna de un Oscar. Al hilo de esto, no entiendo como personas, mejor dicho parlamentarios que han jurado, prometido o se han sometido al imperativo legal de respetar y acatar la Constitución y que cobran del Estado se les permite el perjurio, lanzamiento de una octavilla contra la Corona y la Constitución, punible penalmente, y también, por supuesto, moral y éticamente. Además no entiendo como no se les exige el acta y el sueldo.
Vamos encaminados a una sociedad beligerante, regida por una derecha radical supremacista, la fractura social es inevitable. El Estado, a través del PSOE ha cedido al chantaje, no es una negociación, es la paga y señal de una compra de votos, que durara lo que la sociedad aguante, es de ilusos pensar que el “proces” terminara con la amnistía y con todas las cesiones que se sucederán, todo lo contrario.
El independentismo hará alarde de su victoria y vitoreara la derrota de la democracia y del Estado de Derecho, y no parará en sus exigencias y en sus imposiciones hacia los catalanes no sumisos y hacia un Estado débil, la sociedad se ira encrespando y el independentismo dispondrá de financiación para recuperar su fuerza y su expansión. Todo esto mientras el vaso de la ira se va llenando, los pilares constitucionales se van deshaciendo y la economía empeora, y estos ignaros nos ahogaran con la promulgación de decretos leyes hasta conseguir ser nuestro gran hermano.
Benditos PSOE y Sumar. Ojalá y esté totalmente equivocado.