Nada ha cambiado, por ahora, los mismos nubarrones, la misma incertidumbre y una clase política dedicada a mirarse al ombligo y entre ellos y el poder económico, a ver quien es el mas listo de la clase, enfadándose cuando le quitan nota las agencias que no quisieron ver las nubes, centrando su atención en infinidad de reuniones donde las decisiones brillan por su ausencia. En plena crisis el BC se empeño en subir los tipos de interés y ahora emborracha a los bancos con barra libre, los gobiernos, todos, desde los nacionales hasta los municipales, de tener los bolsillos rotos han pasado a mantenerse solo los sueldos y sus prebendas. Demasiada indecisión, demasiada irresponsabilidad, demasiada tibieza, y mientras tanto la sociedad civil adormecida y esperando un milagro.
La gran decisión no esta en subir impuestos, al menos de la forma trivial con que se ha hecho, se pueden subir impuestos, pero la contrapartida ha de ser generar empleo, subir impuestos para dinamizar la economía y no para solo cubrir el déficit.
La subida de impuestos ha de ir seguida de una bajada importante de las cotizaciones “obligatorias a la Seguridad Social” por parte de las empresas, las cotizaciones sociales, tal como están planteadas son un gravísimo error, sin olvidar las rigideces del mercado laboral. No podemos gravar al trabajo con semejante lastre, las cotizaciones han de ser una parte, pero no la mas importante de los costes laborales, además no productivos, y tampoco han de ser igual para todas las empresas, del mismo modo que la capacidad de penetración de mercado o de generación de ingresos no son las mismas. Una opción a considerar, seria aportar una parte mínima obligatoria para sostener el sistema sanitario por parte de la empresa y una opcional voluntaria para el sistema de pensiones por parte del trabajador. En cuanto a los contratos de trabajo, han de adaptarse a cada sector y a cada empresa dentro del sector. La flexibilidad y los acuerdos entre partes han de primar, y no para perder derechos, ni bajar sueldos, todo lo contrario para entre todos mantener las empresas y los puestos de trabajo. No hay otra manera. Todo lo demás es pura fantasía y palabrería hueca de políticos embutidos en el corsé de su narcisismo.
¿para cuando el empleo?